Te vi. Me viste.
Nos conocemos desde siempre y aún así me gusta investigar que hay en tu mirada, pretender leer lo que conozco a través de tus pupilas.
Veo tu rostro y trato de adivinar hasta donde quieres llegar hoy.
No necesitamos palabras. Tú sabes. Yo sé.
Aún sin tocarnos, ya te siento. Recorro todo tu cuerpo despacio, suave y sin espera.
Mi piel se despierta, suda, te llama.
Aun sin tocarnos puedo sentir tus brazos, tu piel, tu cuerpo grande, fuerte, protector.
Aún sin tocarnos, te como completo. Disfruto tu sabor y lo meto en mi memoria.
Tu respiración se agita y la mía se divierte.
Aún sin tocarnos, puedo sentirte en mis dedos: caliente, húmedo, fuerte.
Y mi piel se despierta, suda, te llama.
Aún sin tocarnos, aún sin estar cerca de ti puedo olerte, puedo respirarte y te meto dentro de mí para unos segundos después liberarte.
Aun sin tocarnos siento tus manos en mi cuerpo, traviesas y confiadas, fuertes y bellas. Recorren mis piernas, se entretienen en mis gluteos y suben a mi espalda donde aprietan, pellizcan, rasguñan y se desesperan.
Y mi piel se despierta, suda, te llama.
Aun sin tocarnos puedo sentir tus labios húmedos. Los meto en mi boca y los acaricio con mi lengua, los hago mi tesoro y después te los regreso, son tuyos.
Aún sin tocarnos, siento tu lengua mojando mis pechos, jugando con mis pezones. Los endurece, te sienten. Muerdes.
Aun sin tocarnos, puedo sentir tus dedos dentro de mí, entran sedientos en busca de lo desconocido. Encuentran.
Y mi piel se despierta, suda, te llama.
Aún sin tocarnos, nos dejamos llevar por el impulso. Siento la energía de tu dureza en mis manos: su vibración, su fuerza, su calor.
Aún sin tocarnos, siento como nos hacemos uno. Con fuerza y confianza nos conectamos, nos comunicamos y nos transformamos. Movimientos lentos, rápidos, fuertes.
Y mi piel se despierta, suda, te llama.
Aún sin tocarnos hacemos el amor, mordemos, besamos, lamemos, rasguñamos, tocamos, abrazamos, vivimos.
Aún sin tocarnos gritamos, pellizcamos, apretamos, jalamos, empujamos, reímos, lloramos, sentimos, detonamos.
Y mi piel se despierta, suda, y te llama.
Aún sin tocarnos te siento en mí.
A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario