jueves, 17 de octubre de 2013

ORALPALOOZA


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Y la tenia tan grande

que la dejo muda.

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miércoles, 27 de febrero de 2013

Libro de los Romances


aca lo in es con las yeguas, 

parado en una piedrita junto al río para alcanzarla, 

y

 después te fumas un cigarro con una taza de pinole 

mientras le susurras poemas de amor, acariciandole las ancas

lunes, 25 de febrero de 2013

Pornografía de un Amor Frustrado

Te advierto, no respondo; un cierto día te voy a encontrar porque lo haré mi destino, despues de pensarlo mil dias y soñarlo mil noches. 


Perdón, te pido disculpas si te incomoda, pero no evitaré tomarte por la cintura, y no sólo así, sino que no impediré que mi mano recorra tu espalda y después descanse justo sobre esa curva, justo arriba de lo impensable. Dudo que vaya a poder contener las ganas que tengo de tenerte cerca, mucho más cerca, que sientas que exhalo sobre tu mejilla y que se mezclen nuestras partículas de aire. Que verguenza, espero no te des cuenta cuando se me erice la piel de sentir tu nariz tocando la mía; disculpa mis labios que por reflejo se acercarán de más a los tuyos y tal vez los bañe en mi aliento libidinoso.


No quisiera abusar de tu confianza, pero que mas da, te confieso que no tendras oportunidad de tomar un respiro ni decir palabra alguna; que mi boca entrometida embestirá la tuya, y tu saliva sera la mía, y tu cuerpo y el mío serán una sombra.

Cuando menos lo esperes tu cabello estará suelto, tu blusa en el suelo y tu falda en cualquier lado menos en tu cintura, mis manos frenéticas tomando el recorrido de tu piel, arañando, apretando, acariciando; y se detendrán tan sólo un segundo a sentir el encaje de tu ropa interior para despues arrancarla con sutil violencia.
Cuando menos lo pienses, sólo gemidos y entrecortados suspiros á de tu boca...
...

y al final, cuando menos lo desees...
cuando menos lo sospeches  
te voy a soltar,
te añoraré un segundo y en otro te olvidaré..
y así habré saciado mis ganas de tenerte, más nunca las de amarte.


RSN

jueves, 17 de mayo de 2012

ICARUS




En medio de las sombras
tú y yo inventamos este lugar
hablando bajo.

En el ultimo día, en la ultima hora.

Tus voces me erosionan
quemando bajo mi lengua toda hondura.

Una esperanza,
efímera en el rastro de sudor,
que haces sentir en efluvios agudos
como metal y sangre.
En estos laberintos se invento el fuego.
Detrás de mis párpados el relámpago
arrancado del umbral de la muerte.

Mas allá la espina dorsal estremecida
dentro del halo oscuro de tu nombres.
En la resonancia del aire me torno cristales,
sueño de paraísos robados.

Desde adentro como una espina
es el miedo que se afila inevitable
porque al arar mis manos son escasas
porque en la espera no huelo tu rastro.
Se abrirá mi piel lentamente en la distancia.
Se convulsiona el latido de tu pulso
al filo transparente de mi memoria.

Palpita la propia piel vertical
al filo inerte de glaciares días.

El cuerpo cayendo en vaporosas corolas
culminante en su íntima rareza
expandiéndose la luz
en diáfanos contrastes,
con la humedad fiera de cada luna.

Espasmo sonámbulo
entre las piernas.

Mi cuerpo, ahora, vaciado de alas y tempestades.

Soy la palabra muda que no dice nada.

Si es tu presencia, la que aun existe.

La hora creciente
que desde el edén reconozco
menguante en la llanura febril de tu espalda.

Aquí en la vigilia de este tiempo levísimo
escucho el lenguaje frágil de tu herida
donde temblando comulgue mi boca.
Era la sed de un dios en la noche más larga.

Aun veo la imagen conmovida
de la tierra misma
en la carne desnuda de tu rostro.






Domine D.

martes, 24 de abril de 2012

TREMULANT MINOTAURE

Lust, lost, least, last. Late latido lento lamiendo. Lamento. 
El temblor, trémula, trémolo, vibrato en el monte de Venus. Víbrate, víbrame, bramando. Más adentro. Por dentro. Introduciendo, intro abduciendo. Penetrando. Oquedad de humedad marítima, de ciertos mares. Carnal carnaval. La carne. La oralidad horadada, orificio. Perforándose perforando, perforando te perforas, un círculo, herida redonda, aro cortante, con la boca en forma de o. Inmolándome. Es la sal incendiándose, semen, sudor, sangre. El ardor, llameante, una antorcha, ascua agonizante. Tambor, perturba, abrumador, retumba en el tórax. El aliento evanescente, vapor visto en el aire, tu vaho afilándose. Torniquete apretándose. Febril, febrilante, efímero. Titilante. La lengua acuosa, bajo Acuario. Agua, vaciándome. Rotando, taladrando contorneándose. Deslizándose. Un vértigo presionando el esternón, ahogándome. Profundo. Goteando. 
Inundándome.



Domine D.

viernes, 10 de febrero de 2012

a veces me interesas..

...





Me gustas cuando te vas,



Porque pienso que no vuelves y no vuelves,



Y te añoraré, y entonces tú soñaras con verme un día,



Y yo con escribirte cartas desde mi papelera



vieja y empolvada



Como si de verdad un día nos hubiermos querido tanto,



Me gustas cuando te vas, porque engaño a mi memoria,



Como si un día te hubiera querido.



Vete, porque te vas y me interesas.







Cenit

jueves, 19 de enero de 2012

Mareas

Ella tirada en la arena...



El sonido del mar, el sol quemándole la cara, el picar de la arena, el despertar.



La carne aún viva, de esas que existen en el límite de las heridas que se cierran y las cicatrices que se quedan.



El cuerpo desgarrado de tanta lucha; la mirada de desconcierto. No había brújula ni sabía cómo había llegado hasta allí.



El despertar que surge después de superar el cansancio.



El susurro del mar -el susurro de un recuerdo- fue en una tarde que la apartó de la orilla. Abandonándola sola en la negrura de la noche, se había enfrentado a marejadas y tormentas, a monstruos marinos que le rondaban los pies; monstruos que no sabía como eran, que no sabía como podían atacarla; pero que estaban ahí, se hacían presentes y de pronto se aparecían y se alejaban de la misma manera en como habían venido.



Después de un tiempo, sintió que las fuerzas la abandonaron, ya no veía la costa y comprendió que no podía contra el poder, contra la fuerza y la totalidad de esa inmensidad. Se abandonó pues a ella, y aceptó la derrota.



No supo de si misma por un tiempo; hasta la fecha no sabe en que momento algo pasó en la inmensidad de la noche. En qué momento la marea contra la que luchaba, la que ya conocía, cedió; o llegó a otra de tierras lejanas y la llevó por otro rumbo. Sólo recuerda la cercanía, el tacto y, luego, la inmensidad de la noche.



Ahora se encuentra despertando, desconcertada, recién vomitada por el mar, golpeada y rescatada por la marea. Las mareas.



No sabía donde se encontraba; si eso era isla o continente, sólo sabía que un deseo profundo le surgía como una certeza del fondo de las entrañas; le gustó sentir que sucumbía a él, pues le ayudó a levantarse.



No volvió la mirada al mar. Sólo pudo recordar que la noche anterior, había sido una noche de luna llena.



Estrella del Mar